Ruta de los cuatro abrevaderos (La Cañada, Ávila)
Ruta: Circular de 7 kilómetros.
Salida: La Cañada - La Cañada.
Viabilidad: senderismo, senderismo con perros, caballos.
Dificultad: muy fácil, con nieve dificultad media.
Horas: 3 horas.
Aprovechando el receso entre nieves, salimos a caminar por el campo, para realizar la ruta de los cuatro abrevaderos, que es la más corta de la Ruta completa de los ocho abrevaderos.. Como su nombre indica es una ruta habitual del ganado en busca del agua. Son puntos de agua, fijos, que suelen estar situados en los pastos de montaña. Los mejores abrevaderos son los de los ríos o los manantiales, porque corre el agua de continuo y la renuevan constantemente. Los abrevaderos están ubicados sobre un manantial y, los antiguos, suelen componerse de varias pilas enlazadas entre sí mediante unos pequeños rebajes en los lados más cortos que permiten la circulación del agua entre las pilas, los modernos suelen ser de hormigón Son de carácter público.
La ruta transcurre por el paraje “prado redondillo” de La Cañada, Ávila, hacia el barranco torrejón.
Caminamos en dirección al bosque de pino bermejo que se encuentra entre la altiplanicie de montaña característica de la zona y el barranco torrejón.
Una vez allí, en una pequeña hondonada se encuentra el primer abrevadero, ya llevamos 2,5 km. Comprobamos que dicho abrevadero, apto para animales de pequeño tamaño y poca altura, se encuentra completamente congelado. No mana agua, y es un puro bloque de hielo.
Continuamos tramo, unos 300 metros para encontrarnos con el segundo abrevadero.
Este apto para animales de mayor tamaño, de cuyo caño cae agua, pero que se encuentra igualmente congelado.
Tratando de romper el hielo para que los animales pudieran beber, sin demasiado éxito, bajamos por el Torrejón. Contemplamos un paisaje precioso hacia el valle de la majada honda.
Caminamos unos 800 metros para encontrar el tercer abrevadero. La altitud ha bajado 200 metros, por lo cual este abrevadero no está congelado y mana abundante agua.
Una vez allí, descansamos y comemos unas galletas reparadoras, mientras los caballos más bonitos del mundo pacen tranquilamente.
Desde allí, emprendemos camino hacia el cuarto abrevadero, todo de subida. A mi parecer, es el abrevadero más interesante, por antigüedad. Con el sol brillando dejando atrás las nieblas del inicio, subimos de nuevo hasta el pinar de prado redondillo. Lamentablemente, en uno de los manantiales situados en el bosque, hallamos una vaca muerta, en una posición, realmente extraña, dando la sensación que era un animal sin cabeza, pero tristemente la tenía semienterrada en el fango.
Los animales ya habían dado cuenta de ella. Y los buitres parecían interesados.
Continuamos camino por el bosque, en un ambiente más agradable, entre claros de sol, por la senda que las vacas dejan y que facilitan, con mucho, caminar entre la nieve.
Llegamos así, al cuarto abrevadero. mana bien. El agua corre. Aunque está a mayor altitud que los dos primeros, no está helado. Es a causa de los árboles que lo protegen del frío. Es el abrevadero más antiguo, de piedra (granito), y pese a la importantísima sequía, no ha dejado de tener agua, a diferencia de los anteriores, que acabaron secándose en vernao de 2017. Desde aquí, emprendemos regreso y finalizamos camino.
Hasta pronto.