"Desconexit" (o "Navahondilleando")
Todo el mundo necesitamos desconectar de las rutinas. Así que aquí va nuestra propuesta. "A falta de uno, tengo dos pueblos. En uno vivo y en otro descanso. En mi otro pueblo desconecto del pueblo en el que vivo todo el año".
Navahondilla es un pueblo que merece la pena visitar. Es pequeño, de unos 320 habitantes fijos, está situado en la falda de las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos, llega a alcanzar una altitud de 1.320 metros en el Huerto de Estroza lo que le hace un lugar frecuentado por senderistas y tiene la Cañada Real leonesa oriental a los pies, donde es fácil ver a gente paseando a caballo. Podría contar mil cosas de Navahondilla, pero siendo mi refugio, simplemente, fotos.
Vista de Navahondilla.
Navahondilla es sobre todo, un pueblo de rincones.
Una de sus maravillas son sus rutas por el sotobosque y el bosque. Su fronda es espectacular, densa y fresca, que mantiene todavía el "silvestrismo" de una flora natural, sin casi intervención humana. Es la puerta del Valle del Tiétar, un valle por lo general, caluroso, por lo que el frescor de sus bosques se agradece ¡y mucho!.
Caminando entre sombras
Un lugar al que nunca falto es "Prado Paraíso" , allí habitan desde tiempos remotos, caballos libres, tordos y perlas, cuya hermosura no deja indiferente. "Prado paraíso" huele, todo él, a menta y hierbabuena.
Como todo bosque, esconde secretos, desde rocas graníticas talladas con runas sauvásticas hasta antiguas ventas y ventorros, que no hace demasiado tiempo, conocí con vida y forman parte de mi memoria de la zona.
Ventorro de la cañada real. Hace no demasiado tiempo, era un lugar lleno de vida.
Navahondilla también tiene su despoblado, el de "Majadillas". Apenas en pie, los restos de la Ermita. Por sus caminos forestales encontramos zarzamoras, que, cosas del clima, sus frutos maduros (moras) ya se podían comer, con un mes de adelanto.
Los colores del bosque, aún en verano, son apreciables, verdes intensos de pinos jóvenes...
...color plata de las jaras al sol....
...amarillo anaranjado del aquenio de la retama (Lygos sphaerocarpa L) un arbusto que crece bien en zonas secas...dando sensación de "fresquito", al alcanzar hasta 4 metros de altura.
Y desde las alturas, los valles ...
...los árboles mágicos...
...y las fuentes encantadas.
¡Hasta "monte fuji" tenemos!
La luna, creciendo, da lugar a paseos nocturnos...
..atardece...
...mientras caminamos...
Para mi...un lugar de leyenda...
Porque todo lo que veo, ¡me gusta!
(Este podría ser mi "prado ideal")
¡Y les encanta!
¡Hasta pronto!
Fin.