Ruta: Roquedo de La Cañada
Ruta: Circular de 12 kilómetros.
Salida: La Cañada - La Cañada.
Viabilidad: senderismo, senderismo con perros, caballos.
Dificultad: muy fácil.
Duración: 120 minutos.
Despedimos el mes de junio, con 13 grados sendereando por el roquedo cañadiense.
La “arquitectura” pétrea es la nota dominante en el paisaje de la dehesa canadiense por la zona de La calabaza hacia La señuela, por donde transitamos entre impresionantes roquedos, algunos "pareidólicos".
En el roquedal de la dehesa cañadiense encontramos desde matorral hasta flora litófita, plantas que crecen en asociación con las rocas. Este ecosistema es duro, predominan suelos muy erosionados sin apenas manto vegetal y vegetación arbustiva principalmente, se necesita mucha especialización para vivir en un hábitat rupícola. Sobre la propia roca sólo pueden sobrevivir los líquenes y si hay humedad suficiente, diferentes musgos y plantas vasculares de pequeño tamaño, como las sedum. El interés para caminar esta ruta no sólo radica en la diversidad litológica que podemos encontrar, sino también en la observación geológica, ya que las diferentes formas de las rocas, algunas caballeras, posibilita la visualización de los fenómenos geográficos acontecidos en este espacio.
Vamos en dirección al Roquedo, entre la aridez del suelo y los hermosos paisajes como una de las características más sobresalientes de La Dehesa, quedando al fondo la sierra de los polvisos.
Por el camino, también disfrutamos de la sierra de Gredos.
Pronto llegamos al roquedo.
Y comienza el espectáculo.
Caminamos un buen rato entre el hermoso gigantismo de las formaciones geológicas, todas de roca granítica, en sus distintas composiciones. Imaginen estas rocas ígneas plutónicas formadas por el enfriamiento lento del magma, y el tiempo que ha llevado su formación actual desde las iniciales profundidades de la Tierra.
Tras disfrutar de este singular hábitat, regresamos a casa, de un saltito, entre paisajes infinitos.
Mapa de la ruta. Fin.