Ruta Subida al Pico Zapatero: "las chicas montañeras"
Ruta: De ida y vuelta 12 km. Salida: La Cañada hasta Sotalbo (Ávila) (a 55 km de La Cañada) Viabilidad: senderismo, senderismo con perros. Dificultad: fácil a moderada. Duración: 4,30 horas, con varias paradas intermitentes para descanso y avituallamiento.
Resumen: Jornada de "chicas" en la cual subimos al pico Zapatero. Lo encaramos desde la vertiente sur, menos abrupta que la norte, por proximidad. Comenzamos la ruta en la Fuente de Aguas Frías (Sotalbo) en constante ascensión hasta el pico. La ascensión no es complicada, estaríamos ante una ruta fácil, pero el calor, pese a salir temprano, obliga a hacer paradas de refresco. Los paisajes a medida que se asciende van siendo cada vez más impresionantes, dejando diminutos a los pueblos, las praderas, los cercados, los arroyos. Merece la pena subir para ver las dos vertientes de los grandes valles que divide la Sierra de la Paramera.
El pico zapatero es uno de los picos que se alcanzan a ver desde La Cañada, concretamente desde los parajes de prado redondillo, el torrejón, la laguna, corral de los espinos… y probablemente sea uno de los más fotografiados desde el municipio.
Situado en la sierra de la Paramera (Sistema Central) este macizo tectónico se levanta en su vertiente norte sobre el valle de Amblés. La falla N-S es la de Herradón-Casillas. La Paramera de Ávila pertenece al espacio natural protegido de las Sierras de la Paramera y Serrota, que actualmente se encuentra amenazado por los proyectos de minas de sílices y feldespato en curso. (No a las minas)
Su cima de mayor altitud es el Pico Zapatero, de 2.158 metros de altitud y es la que subimos.
Salida de La Cañada a las 8 de la mañana para recoger a Pilar en Ávila. Pilar es otra andorrera que se tiene muy bien pateadita la Paramera y la Sierra de Gredos. La idea es ir a Sotalbo para encarar la cumbre desde la vertiente sur y no desde la cara norte (Navandrinal). Unos veinticinco minutos después llegamos a Sotalbo. Sotalbo es un pueblo serrano, pequeño, de 230 habitantes, por el que pasa el río Muñico que le da frescor y verdor y que comprende los barrios de Riatas, Palacio y Bandadas. De Sotalbo destacaremos tres cosas: la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación del siglo XVI (fotografía cortesía de la Mancomunidad), la Fiesta de las Mujeres, celebrada cada año cuarenta días después de Pentecostés, cuyo origen es la celebración por la recogida de cosechas (en 2017 se ha celebrado el 4 de Junio) y que Manolo Tena compositor ya fallecido y autor de la célebre canción “Frío”, tenga allí una calle a su nombre, ya que su vinculación familiar con Sotalbo es y sigue siendo estrecha.
Una vez pasado Sotalbo, continuamos camino por una pista forestal por el paraje de El Lobo, el Perrillo y cuesta del Colmenar hasta llegar a la Fuente de Aguas Frías donde hay un merendero vallado y que se puede beber. Desde allí comenzamos la ascensión a pie y pata.
Los tres primeros kilómetros transcurren sin dificultad por la pista forestal y los tres y medio siguientes, por un camino de montaña, en constante ascensión, serpenteante, entre rocas, piorno serrano (cytisus oromediterraneus), tejo rastrero (taxus baccata repandens aurea) y otros matorrales erizoides en este cambrional montano, como lo más visible. Ahora bien, si por algo destaca botánicamente esta zona es por la presencia de la linaria nívea y por la siempre impresionante presencia de la fritillaria legionensis (flora de atención preferente, protegida) que florece entre mayo y junio.
La senda está muy bien señalizada con hitos de piedra durante todo el tramo, según comenta Pilar, ahora ensanchado y despejado pero no hace mucho practicamente intransitable.
Mientras se asciende, es de obligado interés pararse a contemplar el valle que va quedando abajo. De frente, el Castro de Ulaca, cuyas 60 hectáreas de yacimiento vetton se quedan diminutas, ante el imponente valle, todavía verde, de El Picuezo y Los Baldíos.
No hay apenas sombra en esta mañana d ejunio por lo que hay que buscar refugio en los canchos.
Aunque el calor va apretando, continuamos la subida ya casi del tirón hasta el portón que da acceso al pico, dejando a la izquierda al interesante Risco del Sol (2.118 metros). Pasado el portón, subimos hacia la cumbre entre las rocas, echando una manilla a las perras, en la “escalada”.
Una vez en lo alto, la grandeza de la Sierra de la Paramera se abre en sus dos vertientes la Sur y la Norte, y el espectáculo natural desde la altura no deja indiferente.
Nos quedamos allí un buen rato contemplando paisajes, aves y ensoñando un mundo mejor. Tras avituallarnos, emprendemos la bajada por el mismo camino, hasta llegar al merendero prácticamente del tirón, donde paramos a comer, beber, y refrescarnos antes de coger el coche.
Es época de garrapatas y alguna vemos, así que como no son bichitos de los simpáticos, decidimos recoger bártulos, pese a que se estaba bien entre las sombras de los olmos y chopos del merendero, decidimos ya ir para casa.
La Fuente de Aguas Frías, de agua potable y fresca.
Así concluye el “Plan PiBe” de chicas montañeras, en donde Pilar y yo, con dos de nuestras cuatro perras, encumbramos el Zapatero en una mañana muy cálida de junio de 2017, que por algo es el Año Internacional del Turismo Sostenible.
Aquí más fotos de los paisajes de la Ruta.