Ruta "Los Fortines de Las Herreras"
Ruta: circular, de 20 kilómetros. Salida: Las Navas del Marqués (Ávila) llegada Las Herreras (Madrid) y regreso. Viabilidad: senderismo, senderismo con perros Dificultad: media/moderada Duración: 7 horas, una para descanso y parada.
Hay distintas formas de hacer esta ruta. Una es muy fácil, yendo directamente por carretera a Las Herreras (Madrid) y la otra es moderada, atravesando cumbres y montes desde Las Navas del Marqués (Ávila). Escogemos la moderada, con salida desde las Navas del Marqués hasta Las Herreras, por senderos que transcurren monte a través por pistas forestales sin señalizar, salvo a cortos tramos, con una altitud media de 1.390 metros y un total de 20 kilómetros (véase mapa en la última diapositiva).
UN POCO DE HISTORIA La Ruta de Los Fortines. Los Fortines se encuentran en la frontera entre Ávila y Madrid. Son edificaciones defensivas de la Guerra Civil (1936-1939). La frontera de Madrid y Ávila fue testigo de los primeros combates de la Guerra Civil española, que dejó tras de sí innumerables fortines, trincheras, barracones, refugios y casamatas en sus numerosas colinas y campos. Los de Las Herreras son un ejemplo de ello y son los que están mejor conservados. Fueron construidos por tropas franquistas que se instalaron en Escuernacabras, Peña Manotera y Las Herreras para poner freno a la columna de Mangada que se movía por esta complicada orografía (*)
RESUMEN DE LA RUTA Salimos de La Cañada a las 10 horas, en una mañana fresca para mediados de junio. Tras hacer parada de avituallamiento y comprar urbasón- por las víboras que ya empiezan a salir al sol- comenzamos ruta en Las Navas a las 11 horas.
Salimos desde el Convento de Santo Domingo y San Pablo, del siglo XVI, de estilo herreriano y planta de cruz latina. Desde 2004 es municipal, pertenece a Las Navas del Marqués (Ávila) adquirido a la Diócesis de Ávila que accedió a la “enajenación” del inmueble por 132.225 euros. El Ayuntamiento desde entonces lo está restaurando y su interior alberga una de las exposiciones anuales más interesantes de la zona “Arte-Navas” .
Desde allí vamos en dirección los Riscos de Santa Ana ( 1.351 m) ...
...y continuamos por un sendero forestal en cuya zona hay un proyecto para biomasa .
Caminamos por el sendero hasta el Barranco del Collado donde el arroyo Trampal nos regala una preciosa cascada.
Desde allí giramos hacia la derecha en dirección hacia Canto Rodado( 1.387 metros) Es en este momento cuando hay que echar mano del mapa , pues ya nos debemos salir de los caminos, ya que en él se encuentra el primer fortín. Uno de las dos abrevaderos del camino queda a la izquierda y nos dirigimos hacia la localización del primer fortín, nuestra primera etapa.
Desde el primer fortín se divisa Escuenacabras, la Peña Manotera y el Cerro del Poyal. Al ver la Peña Manotera, nuestra segunda etapa, respiramos profundamente ya que nos enfrentamos a una montaña, no muy alta, pero con bastante desnivel.
Desde lo alto de canto rodado bajamos hasta el arroyo Valtravieso de abundante y fresca agua (afluente del Río Cofio) que nace en la sierra de malagón, donde nos quedamos disfrutando de su ribera verde antes de subir a la Peña Manotera (1.351 metros) con un desnivel fuerte, de unos 200 metros muy empinados.
Coronada la cumbre de peña Manotera, transitamos por todos los fortines, un conjunto de 4 bien conservados y algunos parcialmente restaurados, separados entre sí unos 50 a 80 metros.
Bajamos por el Collado, cuyo desnivel es menor al estar esta vertiente más elevada, en dirección a Las Herreras, nuestra tercera etapa, un anejo de Santa María de la Alameda (Madrid) que nos encantó.
Llegamos a Las Herreras a las 13:30 horas.
Entramos por la calle solanilla y nos sorprendió. Las Herreras es un pueblo pequeño de calles bien empedradas, muy limpio y con construcciones de viviendas modernas o rehabilitadas con una más que cuidada arquitectura civil, que no desentona con el entorno paisajístico en el que están integradas y que hacen del pueblo un conjunto armónico y muy agradable a la vista, que "invita" a quedarte.
Destaca su parque los fortines, el potro de herrar y los lavaderos.
Se encuentra Las Herreras a una altitud de unos 1.300 metros en el valle del río de las herreras (otro afluente del Cofio) en la Sierra Oeste madrileña, rodeada de peñas de montaña, en esta época de cumbres amarillas por la floración del piorno. En Las Herreras viven 11 habitantes, en un conjunto de no más de 50 casas, presumiblemente en verano aumente su población ya que dispone de una Casa Rural Municipal desde 2013. Celebraron ese año- nos cuentan-el nacimiento de Rodrigo, el primer bebé que nació en el pueblo en los últimos 54 años.
Las Herreras es un buen ejemplo de pueblo que despoblándose va revitalizándose con iniciativas ecológicas y sostenibles apoyadas en internet que potencian la enorme riqueza natural que allí tienen. El Bar, de nombre “El Encuentro” hace honor a su nombre.
El pueblo engancha y sorprende.
Tras comer allí, regresamos hacia Las Navas por el paraje La Tejonera subiendo por la ladera derecha de Cerro del Poyal (1.456 metros) donde las vacas montaraces nos vienen a recibir....
...una vez subido, retomamos el camino del Barranco del Collado, donde paramos 30 minutos a descansar y reponer fuerzas, en unas sombras de majuelos, abajo el sonido de las aves y del arroyo trampal.
Desde allí regresamos por Los Llanos en dirección a Las Navas, viendo al fondo el castillo de Magalia. Vamos al punto de inicio de la ruta, el Convento, a las 17 horas tras realizar una ruta absolutamente increíble. Llegamos a La Cañada a las 17: 20 horas.
He aquí van 92 fotos de la Ruta, donde se aprecian todos los fortines y sus paisajes.
Nos ha gustado muchísimo hacerla. Muy disfrutada.
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Nota: (*) Durante la Guerra Civil, Ávila carecía de fuerzas militares por lo que se hacía la denominada “guerra de las columnas”. La CEDA era la organización política con más peso en la provincia, pero con fuerte oposición de la UGT y la CNT. En la zona de Pinares Vicente Nieto fue uno de los milicianos que se alistó como voluntario en la Columna Mangada y con su cámara Kodak Baby Brownie fue testigo excepcional de la vida de la milicia en su avance por las sierras de la provincia de Ávila. Aunque en agosto de 1936, Mangada llegó a derrotar a tres columnas franquistas la de Comandante Lisardo Doval, el militar que protagonizó la represión de Asturias de 1934, la Columna Valverde y la Columna Cebrián en la zona, Ávila y sus límites fueron controlados por las tropas sublevadas en muy poco tiempo. En Ávila, la UGT fue desarticulada nada más empezar la Guerra. La UGT en zona de pinares estaba liderada por Juan Pedro Herranz, por aquel entonces alcalde de Navalperal de Pinares, mientras que Lopez Reviejo y Muñoz González formaron parte de la CNT comarcal, creando los Comités Locales de entonces Navas de Pinares, Cebreros, Hoyo de Pinares, San Bartolomé de Pinares, Herradón de Pinares, El Barraco, Santa Cruz de Pinares, San Juan de la Nava, Peguerinos, entre otros. Para octubre de 1936 prácticamente toda la zona estaba en manos franquistas, pero aún así, se mantendrían los fortines de Las Herreras en activo, hasta el final de la Guerra. Hoy en día se conservan como parte de la Historia de las guerras, guerras que jamás deberían volver a suceder.