Ruta por "Las Lagunas de El Oso" (Ávila)
Desde La Cañada, Ávila vamos hasta El Oso y de allí a la Reserva Ornitológica de Las Lagunas de El Oso, compuesta por dos humedales esteparias. La más grande es la Laguna de El Oso propiamente dicha que tiene una extensión de 16 hectáreas y está incluída en el Catálogo Regional de Zonas Húmedas de Interés Especial de Castilla y León.
Ruta: Circular Distancia total: 9,1 km , unas 2 horas y media. Grado de dificultad: Bajo Viabilidad: senderismo, bicicleta ( a tramos a pie, por la humedad del suelo), senderismo con perros ( si bien en tramos hay que llevarlos sujetos) Época recomendada: Primavera, otoño e invierno ( es en invierno cuando este enclave presenta su mayor riqueza ornitológica)
Hoy visitamos El Oso (176 habitantes) un municipio de la llanura cerealista (La Moraña) a 50 km de La Cañada. Obedece su nombre al verraco vetón situado frente a la puerta de la Iglesia (siglo XVI).
Allí, en medio de la esteparia llanura cerealista se encuentra la Reserva Ornitológica “Las Lagunas de El Oso”, un enclave de alto valor ecológico y faunístico.
El municipio ha sabido aprovechar sus recursos naturales y turísticos conservando este espacio natural y protegiéndolo. Podrían haber explotado sus aguas para regadío, pero optaron por convertirlo en Reserva Ornitológica. Gracias a eso, a El Oso es visitado por un turismo ambiental y ecológico, por personas interesadas por la avifauna que cría y descansa en estas lagunas, por personal científico y ornitólogos de todo el mundo que viene a estudiar y a censar a las aves migratorias.
El proyecto de gestión y puesta en marcha de infraestructuras de uso público de la Laguna de El Oso vio la luz en el año 2000, promovido por SEO/BirdLife. Hoy forma parte de “El Camino de Santiago de las aves", que transcurre entre Europa y África y en el cual está incluido este pequeño municipio, siendo una de las cuatro paradas existente en España. Se trata del proyecto europeo “Bird fly way", que fue presentado el pasado 5 de mayo de 2016, con la presencia, entre otros, de Joaquín Araújo.
Llegamos a El Oso a las 16:30 horas. Allí comprobamos el esmerado cuidado de este pequeño municipio con su Museo Etnográfico al Aire libre. En la entrada llama la atención la báscula para pesar el heno, apenas perceptible a simple vista y a donde llegan camiones cargados de rico pasto para el ganado.
Entramos en la Reserva. La Laguna de El Oso cuenta con una extensión de 20 hectáreas en las que se pueden observar unas 170 especies de aves. Al inicio hay un pequeño parking donde dejamos el coche. Un cartel que emociona por su mensaje: “Respeten a los animales”.
Entramos en un municipio por el “Águila Imperial” lo cual da cuenta del interés por conservar la zona, como uno de los más importantes reservorios de aves.
Nada más comenzar nos encontramos con “la lagunilla”, que parece un pequeño jardín japonés, en donde te puedes sentar a ver a los ánsares y en donde se ha habilitado una zona de descanso, con sombras.
Continuamos camino en dirección a la laguna grande, mientras a ambos lados nos rodea el cereal aún verde, y cigüeñas empollando, y algun aguilucho lagunero por los cielos, hasta llegar al primer observatorio.
Desde allí se puede apreciar que la densa vegetación de pradera cubre más del cincuenta por ciento de la superficie inundada, por lo que es difícil observar a las aves, pero con paciencia, sin hacer ruido y despacito van asomando las cabecitas. Continuamos camino en dirección al segundo observatorio, donde hay varias personas conteando aves.
En esta parte del trayecto es aconsejable coger a los perros, para poder ver a las aves sin ser molestadas. Hacemos parada de observación y nos quedamos un buen rato observando con los prismáticos la variedad de aves allí presentes, y eso que estamos en una época donde cuesta algo más verlas. Cuando se avistan se convierte en un espectáculo de emociones intensas, pues cada cual era más bonita y espectacular.
Desde este punto pudimos observar a la espátula (platalea leucorodia), ave zancuda inconfundible por su pico, por su gran tamaño y coloración general blanca, y en ánsar común, que utiliza el entorno de la laguna como zona de invernada y alimentación. También pudimos observar varias especies de anátidas como azulones (anas platyrhynchos) y alguna limícolas como agujas y en especial cigüeñuelas (Himantopus himantopus) pequeñita pero con patitas extraordinariamente largas.
Espátula
El recorrido continúa hasta el punto de inicio, por un camino donde con paciencia puedes alcanzar a ver milanos, cernícalos y bastantes aguiluchos. Como se comentaba al inicio El Oso se encuentra dentro del área de distribución del águila imperial ibérica, y en el entorno urbano es posible observar numerosas aves asociadas a ecosistemas urbanos, como la cigüeña blanca, golondrinas, aviones comunes.
La laguna de El Oso además de destacar por su valor ornitológico de la laguna lo hace por la presencia de mamíferos, como la Arvicola sapidus (rata de agua) lo que da prueba de la buena calidad del agua, ya que no se reproduce en aguas malas, este roedor que se alimenta de anfibios y de cereal, está en el listado en la Lista Roja IUCN como especie vulnerable.
Concluimos la ruta llegando al punto de inicio, con la sensación de habernos sentido “nómadas del viento”.
Galería de fotos de esta interesantísima ruta por Las lagunas de El Oso.
Nota final: Pero por si fuera poco El Oso destaca por su Museo Etnográfico al aire libre, con composiciones como “el árbol de la vida” ( al lado del verraco) y el monumentos a los agricultores, a modo de “recuerdos de vida”.