Ruta por el Alto de El Mirlo (Ávila)
Ruta: Casillas- El Mirlo
Recorrido de subida y bajada: 12 kms
Tiempo invertido: 5 horas
Dificultad: baja, hasta la zona de encuentro. Media,durante la subida hasta el pico.
A 45 minutos en coche desde La Cañada
Amanecer del 2 de abril de 2015
Vamos hacia Casillas (Ávila) Se aparca a la salida del pueblo, donde se anuncian un montón de senderos bien señalizados. Ir hasta el paraje de La Cuesta, el que inicia el punto de salida de la subida al Puerto de Casillas, cerca de la Piscina Municipal.
El primer tramo del camino de subida, comienza pasada la piscina municipal. Antaño era un sendero de tierra, un paso agrícola y forestal, ahora es un camino asfaltado-turístico. Hay hoy muchas "Casas Rurales", escondidas en el bosque, que han surgido todos estos años en esta zona. Una zona boscosa, de castaños y pino carrasco, de gran valor ecológico y forestal, protegida, que linda con el Parque Regional de las Iruelas. Nos alegra saber que "nuestro" viejo castaño sigue en pie.
Parte del sendero forestal de tierra es hoy un camino asfaltado.
Pasado el "molesto" tramo de asfalto para senderismo, de unos dos kilómetros, que obliga a llevar a las perras con la correa, comienza, por fin, el sendero de tierra. A izquierda tenemos las parihuelas a la derecha del camino la Cuesta del Lonto. Por fin, el camino rural se vuelve arenoso, pedregoso, serpeteante como todo el que caracteriza una buena subida a una buena montaña.
Los pinos pinaster y halepensis nos reciben a cada lado. La explotación madedera llevada a cabo recientemente, ha dejado las orillas del camino con ramas desperdigadas dando al bosque un aspecto "lesionado".
Hay pocos puntos de agua natural en la subida. Tan sólo tres, este es uno de ellos.
Pasados unos 3 kilómetros de subida constante y continua, llegamos a la zona de encuentro, al Puerto de Casillas, a unos 1500 metros de altitud, se trata de una explanada umbría y fresca, un cruce de caminos a norte, sur, este y oeste, en donde algunos se dirigen hacia el Parque Regional de las Iruelas, otros optan por ir al cerro del Pinosequillo y nosotros tiramos hacia "El Mirlo" (de casi 1800 metros)
Las vistas son espléndidas.
En la zona de encuentro, nos agrada comprobar que se han sustituido los recechos de los cazadores, que había hace unos añitos, por paneles informativos sobre la fauna, flora local y la importancia de su conservación/protección.
Son las 12 de la mañana, el sol está en su plenitud, sería una mala hora de subida en verano, desaconsejable 100%, no hay agua en el camino, las pendientes son muy abruptas y el sol cae a "plomo", pero a principios de primavera es una hora llevadera y el paisaje ¡hermoso!. Reponemos fuerzas, sacamos alimento y agua, hacemos lo propio con las perras, hidratación y alimento proteíco, pues sabemos que "lo peor" comienza ahora. Nos enfrentamos a un tramo corto de subida de apenas 2,300 km pero de 300 metros de desnivel, duro, abrupto, empinado, resbaladizo y sin sombra...
Reponiendonos...
Delante un conjunto de jóvenes pinos halepensis enfilan el primer tramo de subida, pinos que antes no existían, lo que constata el cambio climático, pues el arbolado "sube" conquistado las altas cumbres peladas.
"El Mirlo" es una montaña rocosa, "vestida" de verdes piornos, que cuando florecen, con su amarillo oro, hace relumbrar la cumbre como si fuera el sol y se alcanza a ver ese resplandor, incluso, desde La Cañada. Tras reponer fuerzas comenzamos la subida. Nos paramos un instante a comprobar el primer tramo, un camino, atención:¡casi vertical! que puede "asustar" a quien no tenga buenos pulmones y fuertes "gemelos", para no echar el "bofe" a los 20 metros.
La subida es en tres tramos, tras el primero, muy empinado, se agradece el rellano que le sigue, que relaja músculo, pero en seguida comienza el segundo tramo. Este tramo es el más largo, de subida constante y sin respiro, al terminar, una mínima bajadita y comienza el tercer tramo, el más corto de todos, bastante empinado que anuncia al fondo, la cumbre, el punto geodésico que se encuentra dentro del límite del Parque Regional de las Iruelas.
En subir hasta el pico, invertimos una hora sin parar ( dos si se para) y , en bajar 45 minutos sin parar , una hora y cuarto, si se para a contemplar el paisaje. Mientras subimos vamos parando para hacer fotografías desde distintas perspectivas.
Y, tras superar los tres tramos, ¡coronamos!.
Hace viento y abrochamos abrigos, miramos el GPS y marca 1.805 de altitud. Nos quedamos, como siempre, ensimismados, contemplando la sierra de pedro duermes, a nuestras 12, que alcanza la vista hasta Madrid; a nuestras 9, la paramera, con Navalperal y La Cañada al fondo; a nuestras tres, Las Rozas de Puerto Real y Santa María del Tiétar, antes de 1995 llamada Escarabajosa, y a nuestras 6 se alcanza a ver las hermosas tierras de Extremadura. La importancia de este pico, es doble: por un lado es el primer pico de elevada altitud en las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos, y la segunda que, desde él, se pueden contemplar, en días claros como ayer, todos los puntos señalados, y, cuatro comunidades autónomas (Madrid, Castilla La Mancha , Castilla y León, Extremadura) lo cual lo hace único.
Las vistas son preciosas
Por allá, La Cañada
Comemos un poco más y regresamos, con la promesa de volver.
Cada cual tenemos lugares a los que siempre se vuelve.
Comenzamos la bajada.
Uno de los puntos de agua, sirve de refresco a las perras.
Y, finalmente, una vez abajo, hacemos una última parada en nuestro "prado paraíso" , un lugar donde la primavera es generosa y bella, para tomar las últimas fotografías de nuestro Mirlo precioso.
Retornamos a La Cañada, en coche, llegando a casa las 17 horas. Sentimos un cansancio de "ese" que la gente de montaña dice que "te hace sentir muy pero que muy bien". Ha sido una jornada preciosa,
